domingo, 30 de octubre de 2011

Tema 2: El periodismo



El Periodismo
El periodismo es una actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad.

Para obtener dicha información, el periodista debe recurrir obligatoriamente a fuentes verificables o a su propio testimonio.

La base del periodismo es la noticia, pero comprende otros géneros, muchos de los cuales se interrelacionan, como la entrevista, el reportaje, la crónica, el documental y la opinión.

El periodismo puede ser informativo, interpretativo o de opinión. La información es difundida por medios o soportes técnicos, lo que da lugar al periodismo gráfico, la prensa escrita, el periodismo radiofónico, el audiovisual (mediante televisión y el cine) y el periodismo digital o multimedia.

Dada la evidente influencia del periodismo en sociedad se ha desarrollado una deontología profesional constituida por una serie de normas y deberes éticos -ética periodística-, que guían la actividad del periodista.

El periodista queda sujeto a su obligación de actuar con la mayor diligencia posible en el acceso a las fuentes y en el contraste de opiniones confrontadas. Como disciplina el periodismo se ubica en algunos países dentro de la sociología y en otros entre las Ciencias de la Comunicación.

Un poco de historia

La historia señala como el primer periódico en sentido estricto aquel que Julio César hizo colocar en el foro romano y al cual denominó el Acta diurna en el siglo I antes de nuestra era.

En la baja Edad Media, las hojas escritas con noticias comerciales y económicas eran muy comunes en las bulliciosas calles de las ciudades burguesas.

En Venecia, se vendían hojas al precio de una gaceta (moneda utilizada en Venecia en el siglo XVI), de las que provienen los nombres de muchos periódicos publicados en la Era Moderna y la Contemporánea.

En los siglos XVIII y XIX, los líderes políticos tomaron conciencia del gran poder que podían tener las gacetas para influir en la población y proliferaron los periódicos de facciones y partidos políticos.

Hacia finales del siglo XIX, los empresarios descubrieron el potencial comercial del periodismo y surgieron las primeras publicaciones parecidas a los diarios actuales.

Igual que casi todos los oficios y/o profesiones, el periodismo tiene su propio encanto como también sus riesgos profesionales de distinta índole y magnitud. En el mundo muchos periodistas mueren cada año en el cumplimiento de su labor profesional.

El periódico del siglo XXI necesita periodistas capaces de comprender las historias, de aderezarlas con herramientas que las hagan comprensibles, y de contarlas en cualesquiera medios y formatos que sean más adecuados para hacerlas inteligibles. El oficio del periodista es la historia, no el papel, la foto, la infografía, el programa, el flash, el vídeo o la radio.

El Corre corre

Los antiguos resaltan que no hay mejor música para un reportero que escuchar la impresión de su periódico en una rotativa. El apuro del último dato, los gritos para acelerar el cierre y compartir la construcción diaria del conocimiento de nuestra realidad forman parte de esa magia incomparable de trabajar en una Redacción.

Denostados por el establishment intelectual como escritores a medias, cuestionados por los políticos de turno y arrinconados por los autoritarios que no quieren develar sus actos, los periodistas se levantan como molinos de viento en una sociedad sedienta de verdad.

Ser periodista significa disfrutar y sufrir con los otros la comedia y el drama diario de la vida. Sin importar los géneros, sin importar el sacrificio, sin importar el editor o el tiempo, el reportero debe poner los pies en el barro y sentar sus talones sobre la tierra. Sólo así se acercará a esa realidad dura y desafiante que nos circunda. Además, deberá tener el temple del que sabe que afuera no le espera un cuento de hadas, sino de dolor y tristeza.

Ese reportero lidia, entonces, con los muros de la burocracia y la intolerancia que no quieren abrir los recintos públicos de la información a la investigación periodística.

No hay periodismo sin investigación, alerta el gran Gabriel García Márquez, y eso requiere verificar hasta el último dato. Además exige la valentía de ir adelante pese a quien le pese, sabiendo que por encima de todo está el interés de la gente.

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